martes, 28 de junio de 2005

En Madrid, a 25.11.2003

La felicidad deja de existir ahora que te vas, ahora que apago la luz y dejas de estar a mi lado. Y de ese modo lo conviertes todo en sombras, en miedo, en soledad, o lo que es lo mismo, en lo que queda de mi alma cuando tú te vas.

He hablado con personas de otros mundos y de otros lugares y todos coinciden en ello. Nadie se atreve a decir que no ante algo tan obvio. Y la razón cuelga ahí, perenne, casi ahogada de si misma, ganando la partida sin querer jugarla. Sólo ríen aquellos a los que ya no les importa, ellos, de los que ya no habla ningún relato.

Sigues allí, ¿Cuándo volverás? Quizá no te vea dde nuevo, ni de viejo, porque yo me habré ido para cuando hyas regresado tú. No porque te haya olvidado, quizá porque me haya vendido al diablo para tener la oportunidad de ir a buscarte. Ya ves, nosotros que nos queremos tanto nos hemos condenado, yo por ir a buscarte y tú por haberte marchado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tia, me ha encantado!!
A ver si quedamos algun dia con Patri a tomar un cafetín prontito. Y a ver si puedo celebrar con vosotras que por fin me he licenciado, QUE SOLO ME QUEDA UN EXAMEN Y ESTOY ACOJONADAAAAA!
1beso