miércoles, 30 de abril de 2008

30.04.2008 (2)


Muchas veces llevo bolsas vacías en la mochila. Las llevo para doblarlas en triangulitos por el camino, porque las guardo así y así juega Patitas con ellas. Hoy a la ida a una clase llevaba dos. A la vuelta, nada más subir al autobús a una señora se le ha roto su bolsa de la compra, y yo he sacado una de las mías y hemos hecho un apaño. La gente, que iba abuurida, ha empezado a hablarme, que si a veces en el mercado las dan rotas, que si qué detalle, que si qué suerte que llevara una bolsa... pero yo iba hablando por el móvil y se lo he señalado y no he podido contestarles. A los dos minutos se han calladao y hemos vuelto todos a la vida normal del no concoernos. Pero hoy no tengo un día alegre, no quería colgar, que hacía dos días que no sabía nada de ella, o casi nada ;) Hoy no era día de hablar con extraños. Está siendo un día de coincidencias, de llevar bolsas en la mochila y de ver a la mujer con los tomates por el suelo, de no encontrar tienda para el camping, ni sacos para los últimos invitados, de mil atascos, de un móvil roto - día, a ver la noche.


30.04.2008

Vuelven a darme las 2 de la mañana.Mi cabecita dándole vueltas a todo.
"Allí donde estaba ella, estaba el paraíso".
Ya marcho, para ser la desaparecida, y que sigas siendo el desaparecido. De repente llamas, son las 6 menos 20 de la mañana. Seguro que es sólo entonces cuando piensas en mí, cuando el alcohol nubla el raciocinio, no sé si me alegro o si me asusto. Un poco de cada. Pero yo no contesto. Sé cuando irme.

Hoy me he cambiado de piercing. Llevaba casi un año con el mismo. Son mis propias manías, mis ganas de estar.

A veces llego a parecer normal. A mis niños les digo siempre que parezcan normales (haciendo la fila, en el patio, con los turnos de palabra), que no den la nota. Que ser normal es muy especial, porque ya nadie es normal. Que ellos son normales, únicos para mí. No les explico tanto, sólo les digo que no quiero que sean normales, que me gusta cómo son, pero que lo parezcan, que nadie les haga daño por hacer la fila a su manera o por bajar de un salto... bueno, ellos y yo nos entendemos. Que conocerles sea un orgullo y no una obligación.

A veces, decía, llego a parecer normal. Cuento cosas y parecen normales y yo pensaba que eran raras y las he guardado años y años. El domingo estuve dándole vueltas a la saga de niños que quería tener con mis apellidos. Cambiar mis apellidos de orden, tener hijos por todo el mundo con gente que se apellidara García y crear un sinfín de enanos con mis apellidos. Crearía unos niños con ganas de ser buenos siempre, aunque hicieran mal algunas cosas, y no les importaría tener muchas cosas, les encantaría estar en la calle y empaparse con la lluvia. Serían sencillos, leales y tendrían mil millones de vocaciones, sin llegar a concretar ninguna. Adorarían la vida animal. Y cuidarían las plantas. Ningún país debería dinero a otro, ni fabricarían armas, ni matarían, porque serían hermanos, pero de los de verdad. Aún tengo muchas pegas a ese plan, pero lo fui expandiendo, y en lugar deser tachada de loca con la mirada, me encontré con un montón de ideas, de pros y de contras, de que era una idea cuasi normal, de que era algo en lo que se podía pensar un rato, aunque fuera por entretenimiento. Y un mensaje diciendo que qué a gusto. Qué sin sentido.

domingo, 20 de abril de 2008

Personal, de Quique

Estoy entre esta canción y "a veces se me olvida", supongo que porque he ido al concierto el viernes y son las canciones que siempre quiero que toque y nunca toca. Abrió con Cuando éramos reyes y me dejó sin pedirle más canciones... ;p
Como no las tocó no dejan de sonar en mi cabeza. Y al volver a casa repasé estos seis últimos meses y es todo y es nada, y estoy cansada de explicar todo y de callarme, y de seguir los pasos en lugar de hacer lo que me viene en gana. Las reglas de este juego para quien juegue, yo no estoy jugando, estoy viviendo, y no llevo reglas ni libro de instrucciones ni ...

Estoy contenta cantando una canción triste, estoy contenta, disfruto :)


Es personal, no te voy a mentir
no quiero hacer que sientas que no estoy aquí
y no hago más que rellenar el cenicero.
Es personal, no lo quiero decir
pero es lo que hace de ésta una ciudad hostil,
dame los frutos de tu amor de invernadero.
Y olvídate de mi porque en el fondo
estoy tocando fondo al reincidir
será porque me tienes a tu antojo
será porque es mejor también así.

Es personal, una puerta inaccesible
es personal, personal e intransferible
es personal, una puerta inaccesible
es personal, personal e intransferible

Es personal, no lo debes oír
pero es que a veces todo, nada da de si
tendremos que poner los labios en remojo.
Y colocar un toldo ante los ojos
y hacer esfuerzos para no mentir
y respirar lo malo de nosotros
que lo peor lo guardo para mi.
Es personal.

lunes, 14 de abril de 2008



Hoy podría haberse instaurado la Tercera República. Yo no soy de banderas, ni de España, ni de la República, ni de nada. Me gusta la de la izquierda por los colores. Prefiero la República a la Monarquía, siempre que sea real, claro. De hecho prefiero la anarquía, así con "qu", como prefiero escribirla. Me valdría cualquier sistema político o apolítico que consiguiera educar al 100% de la población en el respeto a la vida, la propia y la de otros.

La III República pudo haber sido una de tantas soluciones, y no lo que hay, o no. Como no ha sido, es un ideal, un ideal mejor que la realidad que tenemos, así que hoy le dedico un ratito a pensar en ella.

viernes, 11 de abril de 2008

Irlanda 2008

1. EL COCHE

Debido a problemas técnicos yo fui la conductora todo el camino. No conduzco mal, pero tampoco especialmente bien. No tengo coche, no suelo conducir. En más de 2200 km en un país con señales distintas y en el que conducen por la izquierda conseguí, de alguna manera milagrosa, devolver el coche sin un solo rasguño ( aunque no sé cómo acabaron los bajos, quiero creer que sin problemas)

Alquilamos un Golf, nuevo, de ese año, con tan sólo 12 kilómetros hechos. Golf grande, Polo pequeño, jejejeje. Me incorporé al tráfico de Dublin y en el segundo giro no miré a la izquierda, que es de donde venían los coches y me pitaron un poco ;) y para que te pite un irlandés... pero pronto salimos de la civilización asfaltada. Todo el camino luchaba por ser "camino" pero no pasaba de ser "sendero", barrizal a ratos y piedras arrejuntadas en sus peores momentos. Los arcenes eran anchos cuando existían, pero cuando no, la carretera estaba bordeada por ramas y árboles
o acantilados. Todo esto a veces de noche, con vientos huracanados, con mucha lluvia... y siempre con cuestas y curvas, para darle más emoción y no saber quién venía de frente. Cruzamos con tractores, caballos, ovejas y, a veces, otros coches. Generalmente a la vez no cabíamos en los carrilitos de 2 metros para los dos sentidos...

En Irlanda del Norte las carreteras son mejores, el asfalto está nivelado al menos, las pegas sólo son dos, que los conductores no tienen tanta paciencia (infinita) como los de la República, y que las velocidades están en millas y tenía que calcular un poco a ojo.

Todo el camino fui creando caravanas, porque si hubiera ido a 100 km/h como ellos decían por esos senderos, habría chocado. Iba a 40, formando filas inmensas de coches que no veían el momento de adelantarme entre curvas y colinas.

Iba ubberpegada a la izquierda, pero sin querer, me comí un par de bordillos, hice un rally y me salí de la carretera (porque no veía la carretera), tuve que descifrar sus normas no escritas para las rotondas, odié la costumbre de llevar siempre las largas y las antiniebla, descubrí que no usan farolas, sólo en algunos cruces extremadamente peligrosos, y un montón de cosas más. La lógica de sus matrículas, los deditos de dar las gracias, el freno para lo mismo, la gran afición que tienen por las pirulas, saber que los pedestrians hacen lo que les da la gana como si no hubiera coches cerca, los badenes de 20 cm...

Ah! y las señales, cuyos km son aproximados, y que las ponen a un metro de donde tengas que girar para que no leas el cartel hasta que no lo has pasado. Y no os cuento nada de aparcar. Mis destrezas, no es un secreto, son prácticamente nulas, imagináos calculando a la izquierda, y en un coche en el que no conozco las medidas... sí, un desastre, todas las veces.

Como me acordé de la rueda pinchada de Canterbury, menos mal que no conducía yo, porque ahora veo clara la secuencia de hechos.

Bueno, esto es lo del coche, para no interrumpir a cada rato. En próximos posts, el viaje

martes, 8 de abril de 2008

WISTFULNESS

En el fondo estoy tranquila, ni muy contenta ni muy triste, a ratos cada cosa.
El jueves fui al funeral del padre de una amiga. Qué sensación más rara, estar allí y recordar el otro funeral, y sentir respeto por lo que estaba haciendo allí esa gente, y ver que pensaban en mí también y se preocupaban (sí, sí, sólo los que me conocían). A veces sale el tema de mi padre, lo menos posible, y hablo de ello casi como si nada, pero me deja tocada ( y hundida) un par de días, no sé si es lo normal, lo normal empieza a no existir, somos un conjunto de gente anormal, bueno, a veces.

Después de eso fui a clase y cené con una amiga como si nada, como si nunca hubiéramos discutido y como si no hubiéramos quedado para ir a un funeral. Estuvo allí conmigo, a su manera, pero estuvo, y lo pasamos muy bien, aunque no quiera admitirlo ;)

El viernes tuve mi primer "Gara" en las manos, que espero que también sea el último, pero eso es sólo una anécdota, el viernes fue genial, dejarse llevar no está tan mal, aunque sé que caeré.

El sábado fue familiar, con todos los adjetivos que eso conlleva en mi caso y el domingo, pues un domingo como deberían ser todos, tranquilo y bonito.

Hoy veo que mis amigos siempre están, que ahí siguen.

Te debo un post, Lore, pero no éste, uno como el que te mereces.

Y todas estas cosas me hacen pensar que tengo una vida normal, de hecho una vida muy buena, con mucha suerte, con muchos amigos que me cuidan, que lo paso muy bien, que disfruto más y más de todo, pero no consigo quitarme ese sentimiento que me acompaña siempre, "wistful", cómo se traduzca, que no lo sé exactamente, pero la palabra es esa. Y casi me gusta estar así, lo que hace la costumbre, y ya soy capaz de apartar eso y olvidarlo algunos momentos. Si supiera más y pensara menos... mañana más