2 de noviembre
Hoy es mi santo. Nadie se acuerda nunca. bueno, no es cierto. Mi abuelo si que se acordaba, pero ya no está. Jorge siempre se acuerda, pero ya no me va a felicitar más. Su famlia también, pero intuyo que ya no es la mía, no creo que me llamen.
No me importa lo del santo, pero me hace darme cuenta de todo lo que pierdo. Que, sin motivo alguno, empiezo de cero, pierdo a la gente a la que quiero. Y soy yo la que la aparto. Veía fotos hoy, qué de recuerdos. No entiendo por qué quiero cerrar este capítulo, por qué dejo todo por nada? Si voy a estar también triste sin él, qué más me da triste con él que triste sin él?
Tengo que sentarme y pensar, pero es que no quiero pensar en nada. Quiero irme lejos, muy lejos, y empezar de cero de verdad, no empezar de cero arrastrando penas, aunque sé que es imposible, que la vida no funciona así.
Me he encontrado con amigos que no sabía que tenía, y he visto desaparecer a otros en dos semanas. Y en el fondo prefiero estar sola, que se que jodo a los que me acerco, tarde o temprano. No estoy acostumbrada a que nadie cuide de mi, no sé muy bien cómo recibir esa ayuda. Y cómo haré para no hacerles daño también? Odio esta cuerda floja de que nada tenga sentido. Es la primera vez en toda mi vida que sé que debajo de la cuerda tengo una red para todas las veces que me caiga, y que me tire. Es tan raro sentirse segura, será incoherente, pero sentirme segura me hace sentir vulnerable. Y ya pienso en alejarme, lo que me cuesta no hacerlo.
Pienso en el consejo que me falta, el de mi padre. No consigo averiguar qué me diría él, que siempre sabía qué decirme y acertaba cuando yo metía la pata. Ahora tomo decisiones sola, y me doy cuenta de que no estoy nada despierta, que he perdido ese poquito de inteligencia, no veo nada delante, y antes tenía 1000 ojos mirándolo todo, disfrutándolo todo.
Vuelvo al punto de partida, pero aun me queda el camino de regreso, vendo corazones de segunda mano, y una carretera para huir deprisa, que dice la canción. Sé a qué punto volver, también sé lo que duele desandar el camino. Ya llegaré, o no, que no hay prisa.
Y quiero encerrarme en un sitio muy pequeño y no salir nunca de ahí, pero no, salgo un rato a ver qué hay tras el cristal, aunque no vea nada tras un cristal opaco.
1 comentario:
No es por fastidiar, pero tu santo no es el dia 3? :P
Cuidate guapa.
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